Nombre: Drácula
Autor: Abraham “Bram” Stoker
Fecha de Salida: 26 de mayo de 1897
¿Disponible en español?: Sí
Drácula es una novela cuyo antagonista fue transformado en un ícono de la cultura popular, opacando al autor y a la obra misma de la que es parte. Incluso más, opaca todas las obras del autor, pues, para qué estamos con cosas, ni usted ni yo somos capaces de nombran ninguna de las otras quince novelas que escribió Bram Stoker. Creo que la preeminencia del personaje representa dificultades al momento de hacer una valoración “apropiada” de la obra, pues cualquier crítica que podamos hacer ya está manchada por la idea instalada en el imaginario moderno de quién es y qué hace el famosísimo Conde Drácula.
Drácula y la especulación inmobiliaria
A modo de contexto, y como usualmente hago en mis reseñas de jueguitos, contaré brevemente cómo parte la novela. El asunto comienza cuando un tal Jonathan Harker (posiblemente esta es la primera vez que usted lee este nombre, pero el caso es que aparece mucho más en el libro que el Conde) viaja a Transilvania para cerrar unos negocios inmobiliarios con un conde misterioso, un tal Drácula. Resulta que este señor quiere comprar una serie de propiedades en Londres, y Harker trabaja en la empresa que está haciendo las gestiones del asunto. Luego de un trayecto lleno de acontecimientos extraños, Harker llega al castillo del Conde y rápidamente se da cuenta de que la cosa es media rara. Si bien Drácula se muestra buena onda, hay muchas puertas cerradas, no parece haber servidumbre… y otras cosillas. La cosa es que el Jonathan lo pasa re mal, pero logra salir de la situación… con algunas secuelas.
El libro es bueno, pero medio largo
Creo que la novela puede dividirse en tres partes, que enumero a continuación:
- Lo que transcurre en Transilvania (AKA el principio).
- Lo que transcurre en Londres (AKA formar la party para completar la quest).
- Lo que pasa al final (no le voy a poner un nombre tan específico porque qué fome para quienes no han leído la cosa).
De estas tres partes, creo que la primera es la mejor, es una clase magistral en hacer que el lector diga “ohh la weá bacán”. El libro crea un ambiente excelente y lleno de misterios alrededor de la figura del Conde. Además hay algunos detalles y cosas que dan cuenta de lo distorsionada que es la visión moderna del personaje. Por ejemplo, en una conversación con Harker, Drácula le cuenta de su pasado, indicando que pertenece a la etnia de los sículos, que lo distanciaría de Vlad Tepes, personaje histórico con el cuál tiende a ser asociado, por el alcance de apellidos. Hay varias papitas de ese tipo por aquí y por allá en el libro.
La segunda parte es más fome. Acá se comienzan a desentrañar los planes del vampiro, y los protagonistas, liderados por bastante menos glamoroso Abraham Van Helsing —un viejujo neerlandés que no sabe manejar armas pero que tiene muchos doctorados—, comienzan a cranear qué hacer para detenerlo. Cualquier alcance de nombres entre Van Helsing y Stoker es… ¿coincidencia? ¿O una forma de auto inserción? Nunca lo sabremos. La cosa es que esta parte no es tan buena, creo, por dos motivos. El primero es que es súper larga, perdiéndose en descripciones, adoraciones a dios, y detalles que, en mi muy humilde opinión, no suman mucho. De hecho, existen versiones abreviadas del libro, asumo, por lo mismo. El segundo motivo creo que es un poco más complejo e ineludible: parte importante del encanto del libro guarda relación con el misterio alrededor del personaje de Drácula, y sus potenciales poderes y debilidades. Piénselo así, cuando la novela salió, nadie sabía quién era ni de qué era capaz el Conde. En cambio, si lo vemos con ojos modernos, sus poderes originales son mucho más piñuflas, y sus debilidades prístinas mucho más terribles para Drácula que las actuales. Así entonces, todo lo que le ha agregado el imaginario colectivo al personaje, sumado a su fama universal, puede hacer que la experiencia original guatee, pues mata el misterio: la falta de certeza respecto a qué cosas hará el Conde se pierde, siendo reemplazada de una serie de eventos más en la línea de lo “obvio”.
Sobre la tercera parte no diré nada, por motivos evidentes, fuera de que creo que el libro termina un poco de golpe. No es tan terrible, pero sí un poco extraño, quizás.
¿Entonces Drácula no es mino?
A modo de valoración general, puedo decir que es un buen libro, pero sugiero intentar dejar de lado las concepciones modernas del personaje para aumentar el disfrute de la lectura. Trate de imaginar que es un Drácula “nuevo” y no necesariamente idéntico a la imagen de monstruo elegante y todopoderoso que tiene usted en su cabeza. No deja de ser, sin embargo, un muy interesante caso de cómo un personaje en particular logra trascender a través de los años y atormentar la imaginación humana aún a más de 120 años de su concepción original. A lo mejor el Conde es realmente inmortal.
Recomendado para:
· Quienes quieran conocer la historia tras el icónico personaje.
· Personas que gusten de historias muy detalladas.
No recomendado para:
· Gente que espere mucha acción, violencia y sexo. No hay mucho, en realidad. Y sexo no hay nada.
· Personas que no gusten de historias lentas.
· Quienes crean que Van Helsing es un loco entero choro y brígido, como en las películas.