
El género de videojuegos Shoot ‘em Up (o Shmups) es un clásico, que, aunque no cuenta con la popularidad de antaño, continúa presente hasta la actual generación de consolas, principalmente por medio de ports y compilaciones. Es un estilo de software electrónico más antiguo que todos los integrantes que dan vida a este maravilloso sitio. Somos viejos —lo sabemos y asumimos— pero no tanto como Space Invaders, Asteroids o Galaxian.
La línea temporal evolutiva de los juegos electrónicos matamarcianos se puede comparar paralelamente a nuestro desarrollo humano: al igual que las guaguas, los Shmups comenzaron como algo bonito que todos querían conocer, pasaron de una pantalla fija a incorporar desplazamiento mientras nosotros aprendíamos a caminar. Crecieron en calidad, gráficas y mecánicas (cual joven con ideas creativas y ganas de tomar al mundo por los cuernos) y dejaron de tener gracia al alcanzar la madurez. En territorio nacional, la predominancia del Super Nintendo, y luego de PlayStation 1, durante la transición de siglos influyó en mantener el género desconocido a quien no tenía un centro de entretenimiento cerca. ¿Por qué? Ambas consolas tienen un catálogo con muy pocos Shoot ‘em ups, y los realmente buenos se pueden contar con los dedos de las manos.
En Japón la historia es diferente, con el mismo lamentable desenlace: allá la rompían en ventas de arcade y tenían la importancia suficiente como para recibir ports en Famicom, Mega Drive, PC-Engine y Saturn. Los videojugadores nipones conseguían la versión de mesa para practicar sin gastar en créditos, compartían guías caseras, competían por puntajes, etc. Todo con tal de mejorar en el arcade, que además de la satisfacción personal, se traduce en jugar más por menos dinero. El declive llegó con la decadencia de los centros de entretenimiento electrónico y el auge de jugar en la comodidad de tu hogar.
Los Shmups no se extinguieron con el cambio de siglo, pero quizás pasaron a ser lo que se define como nicho. Si escarbas las librerías de sexta y séptima generación, encontrarás diversas joyas como Chaos Field (GameCube), Mushihime-sama (PS2) o Ketsui: Kizuna Jigoku Tachi (360); pero el arcade es el hogar principal que alberga la vasta cantidad de títulos disponible, y esto genera un problema de servicio enorme a la hora de introducirse en el género por propia voluntad o recomendación. Hasta hace unos años, los mejores exponentes del género sólo tenían ports en PC-Engine, Saturn, Dreamcast y Xbox 360 (exclusivos de Japón), situación que convierte el problema en una barrera de entrada gigante, capaz de desunificar Berlín. Si no te gusta la emulación, tus opciones se reducían a no jugar o masacrar tus finanzas.

Esto ha ido cambiando para mejor. Desde la generación pasada, poco a poco han aparecido remasterizaciones, compilados y nuevos videojuegos, todo a precios razonables en tiempos donde es normal que un juego requiera 20 horas de tu tiempo para ver el final. Con poco peso en disco, contenido extra, y un montón de agregados (quality of life), la gracia de los Shoot ‘em ups que procedo a analizar —y recomendar— es que están disponibles en todas las plataformas actuales (Play 4-5, PC, Switch y Xbox One-Series X/S), se disfrutan en solitario o de forma cooperativa, son perfectos para sesiones cortas, y sirven para entender qué hace al género interesante. Es el mismo arte de aprender a jugar Aero Fighters a diario con el vuelto del pan, pero en formato digital y sin una familia que te reclame porque el batido está frío.
Batsugun
Lanzado en Diciembre de 1993, Batsugun es el último videojuego creado por Toaplan, compañía que cuatro meses más tarde se declararía en bancarrota. Considerado por muchos como el primer Danmaku (Manic Shooter o Bullet Hell), Batsugun es una joya en todos sus aspectos: las gráficas estilo anime son increíbles para la época, la música es pegajosa y cuenta con samples de voz, sumado a una jugabilidad sencilla pero adictiva. Tiene un total de seis pilotos, restringiendo tres a cada jugador. La selección de los tres personajes por lado representa tres estilos diferentes de disparo, siendo el Tipo A el tradicional tiro disperso que cubre más pantalla pero daña menos, Tipo B es un láser vertical con daño concentrado pero menos eficiente en área, y el Tipo C es una mezcla de ambos que cambia al machacar o dejar presionado el botón de disparo.
Disponible en todas las plataformas digitales bajo el nombre “Batsugun Saturn Tribute Boosted”, incluye un montón de opciones nuevas para configurar botones, resolución e información en pantalla. También viene una versión alternativa del videojuego con dificultad reducida y la posibilidad de volver a jugar con el mismo crédito (loop infinito) tras completarlo.

Deathsmiles I*II
Touhou es otro culpable en el declive de los Shmups. Durante los inicios de la web 2.0, ver un video en tu navegador favorito, sin necesidad de descargarlo, era toda una revolución. Los primeros años de sitios como YouTube, NicoNicoVideo o Dailymotion estaban repletos de gameplays de títulos con dificultad extrema, y entre estos se destacaban unos Shoot em ups con waifus esquivando millones de balas que acaparaban hasta el más mínimo espacio de la pantalla. El espectáculo visual es innegable, pero generaciones enteras le hicieron el quite a este tipo de videojuegos gracias a la generalización generada por Touhou, un subgénero de juegos caseros creados al margen de la industria. Además, muchos de los fans de estas monitas no están ni ahí con los Shmups antiguos, llegando al punto de criticar cualquier entrega que no tenga una mona china.
Otros fans ni siquiera juegan Touhou, sólo se obsesionan con los personajes femeninos presentes en los juegos. Oye, si por algo banearon esas muñecas fumo de todos los grandes eventos de speedrunning o e-sports, ustedes se lo buscaron. Gracias por nada, además de crear un estereotipo, su mayor aporte fue el edit de Ronald McDonald japonés cantando RAN RAN RUU al ritmo de una canción de Touhou. El video se llama “McRolld”, y la canción “U.N. Owen was Her”. Lo siento Reimu, tus fans no te merecen.

¿Qué objetivo tiene este rant? Las empresas desarrolladoras japonesas se vieron obligadas a aumentar el fanservice en los Shoot ‘em ups, en un intento por capturar nuevos consumidores. Deathsmiles es un claro ejemplo de esta tendencia en acción, aunque el resultado —a mi parecer— tiene más méritos que críticas.
En Japón existe un estilo musical y visual llamado Visual Kei. Sus aspectos característicos son totalmente neoclásicos, tomando influencias del periodo gótico y barroco, y mezclando estas con sonidos cercanos al heavy metal, el glam rock y el post-punk. El ocultismo también es un margen de referencia en el Visual Kei, pues nutre la temática de las letras y su simbología decora los aspectos visuales presentes en carátulas, fotografías oficiales, etc. La música suena pesada y clásica, mezclando guitarra, bajo y batería con órganos, violines, campanazos o coros polifónicos, y los integrantes de las agrupaciones se visten como piratas edgy andrógenos. X-Japan fue la banda que plantó la semilla, y Malice Mizer se encargó de popularizar el estilo en su país natal y otras naciones otaku como Francia, México, o el mejor país de Chile. La ropa gothic lolita la inventó Mana-sama, uno de los guitarristas de Malice Mizer y Moi dix Mois. Cuando un chileno negacionista te porfíe sobre el powerlevel otaco nacional, recuérdale que las chicas con la taza en la cabeza que aparecían en el diario de Eva tenían línea directa con las tendencias de moda niponas. Ese fenómeno no se dio en todo el mundo: nos gusta el vino caliente, la tele baja y la exportación número uno del país de la cazuela de pescado con fideos.

Deathsmiles I*II incluye dos videojuegos desarrollados por Cave, cada uno con las diferentes revisiones y actualizaciones existentes. Ambos títulos eran originales de arcade y Xbox 360, estas últimas exclusivas en Japón, pero sin restricción de zona, convirtiéndolos en dos importaciones altamente demandadas por coleccionistas y fanáticos internacionales. En vez de naves espaciales, controlas a una de cuatro hechiceras disponibles, con la misión de eliminar todo lo que se encuentre a tu paso. Hay más personajes que se compran como DLC aparte, pero no lo he pagado, así que no puedo opinar del roster extendido.
Desconozco si existe otro videojuego tan Visual Kei como Deathsmiles. Los escenarios, los enemigos, la música y las brujas gothic lolita; todo existe y funciona dentro de los márgenes de influencia anteriormente descritos. Pero ambos juegos no son sólo presentación: la jugabilidad es precisa, el diseño de nivel es joya, la dificultad es alta pero justa; y los sistemas de disparo, si bien toman un tiempo en masterizar, fueron pensados para que puedas pasar el juego en vez de quitarte créditos. Puedes disparar en ambas direcciones horizontales, lanzar proyectiles teledirigidos y alternar entre ráfagas más débiles que permiten mover a tu maga más rápido, o un disparo más fuerte en desmedro de tu velocidad. Los enemigos derrotados botan calaveras, y al juntar 1.000 puedes activar un modo especial que te vuelve más poderoso, rápido e invulnerable a las balas enemigas (excepto jefes) por un tiempo limitado. Los niveles tienen rutas, aumentando el replay value.
El problema de Deathsmiles 1 y 2 son los personajes. ¿Tenían que ser lolis? ¿Son necesarias las ilustraciones sugerentes entre etapas? Me molesta un poco, pero es algo que puedo ignorar debido a la alta calidad de las entregas. Pero entiendo perfectamente si es determinante para alguien a la hora de decidir darle una oportunidad. A esto me refiero con que Touhou hizo más daño que bien.
Zero Gunner 2
Otro videojuego inaccesible por mucho tiempo, gracias a su exclusividad en arcades y Dreamcast. Zero Gunner 2 rompe el molde tradicional de los Shoot ‘em up verticales dejándote a cargo de pilotear uno de tres helicópteros disponibles. En él puedes rotar y disparar en 360 grados, habilidad un poco difícil de masterizar, pero necesaria para limpiar las constantes hordas de enemigos provenientes de todas direcciones. Al igual que otros videojuegos de la empresa PSIKYO, hay dos reglas importantes presentes en Zero Gunner 2: está en el extremo más difícil del género, y todos los jefes se convierten en un mecha. Pero que la dificultad de los niveles y la complejidad de los controles no te intimiden, es un Shmup que vale la pena. Y la lleva ver como la capacidad gráfica de la SEGA Dreamcast no tiene nada que envidiar a las consolas actuales.

Strikers 1945
El primero de la trilogía de PSIKYO inspirada en la batalla de Midway y los clásicos 194X de Capcom. En lo económico, las copias físicas no tenían precios tan elevados porque Atlus decidió publicarlo en PS1 y Saturn. Y con precios no tan elevados, me refiero a pagar el valor que costaban nuevos en los ‘90 por un producto usado. Tras el fin de la segunda guerra mundial, un nuevo grupo paramilitar reaviva el conflicto, y esta vez tienen robots. Puedes escoger entre seis aviones históricos de las fuerzas aéreas estadounidenses, británicas, alemanas, japonesas, entre otras. Cada avión tiene un patrón de disparo único y velocidad acorde a su peso en la realidad. La presentación es mucho más sobria en comparación a otros matamarcianos, pero esto no le resta puntos en lo importante, es un tema de gustos. Quien tenga experiencia con la saga Sonic Wings se sentirá en terreno familiar.
Los tres videojuegos se venden por separado, cuestan $10 USD cada uno, pero en oferta suelen estar con 90% de descuento. Son perfectos para gastar saldo molido en un producto de calidad, y también para regalar a otra persona. Al igual que todos los otros videojuegos analizados en este artículo, se puede jugar de dos players cooperativo.

Palabras Finales
De esta lista, Deathsmiles es el juego más costoso, incluso en oferta. Pero todos valen cada papel moneda (físico o digital) gastado. Si te gusta el coleccionismo retro, estos relanzamientos son alternativas a entregar un riñón por un disco compacto, y enriquecer a un revendedor sin corazón en el proceso. Si eres nuevo en el género o buscas reencontrarte con él, estas recomendaciones son para ti: son juegos justos, dinámicos y adictivos que te permitirán adentrarte en este maravilloso y frenético mundo. Y si estás en situación de Touhou, todavía es momento de sanarte, la solución comienza con este artículo.

