En realidad, el titular es medio clickbait, porque en realidad sí los entiendo. Mecánicamente, intentan emular elementos realistas o cotidianos como, por ejemplo, Flight Simulator; mientras que otros intentan que controlemos aspectos administrativos con los que estemos familiarizados, como SimCity. También entiendo que existen simuladores que están diseñados para que controlar el videojuego con un control especial sea la experiencia que se quiere dar, como Project Cars, si tienes el manubrio, los pedales y todo eso.
Lo que no entiendo es cómo llegamos a abominaciones como ésta:
Y nos hace preguntar, ¿puede un género que produzca tales barbaridades ofrecernos algo único? ¿O será que su servidor está exagerando y el simulador de máquina horquilla 2020 es algo que rivaliza a The Last of Us 2 como mejor juego del año?
Por supuesto, no vamos a quedarnos en conjeturas vacías y superficiales. Es por eso por lo que este humilde servidor ha decidido sacrificar su sanidad mental para adentrarse en el hermoso y desconocido mundo de los juegos de simuladores para determinar por qué existen y por qué siguen existiendo. Dado esto, he decidido jugar tres de estos juegos, cada uno distinto mecánicamente de los demás, pero con la intención de simular la experiencia real y llevarla al mundo de los videojuegos.
PC Building Simulator
Este fue el primero que decidí jugar, debido a que se enfoca en el campo que tengo más experticia. En este título heredas la tienda de reparación de computadores de… un amigo, creo, y tu trabajo es… eh, arreglar computadores. Sí, una constante que veremos en este artículo es que las historias no las pensaron tanto y es realmente molesto si comenzamos a ir más allá de la superficie. Se supone que la heredas, tienes que pagar arriendo, comprar las piezas, hacer felices a los clientes, arreglar computadores, arreglar cagazos del dueño anterior y, sin embargo, cuando intentas cambiarle el nombre a la tienda no te deja porque “tienes que ser el accionista mayoritario”. ¿Me están diciendo que tengo que pagarle al que me heredó este cacho de tienda que no vale ni cinco lucas? ¿Y más encima lo ponen como “accionista mayoritario”, como si esta cagá de tienda estuviera cotizando acciones en la Bolsa de Comercio de Santiago? Vayan a laar.
Tiene otro modo historia, llamado “modo e-sports” que, en realidad, es lo mismo que antes pero ahora personas con nombres imbéciles te piden favores, cómo agregar RAM y otras cosas. Lo peor es que algunos escenarios son bastante inverosímiles: “la jugadora de X juego llegó a la final y necesita que… le instales el juego X en su PC”. Uno pensaría que si su carrera de e-sports depende de un juego tendría, como mínimo, ese juego instalado, pero bueh.
Pero mejor no nos distraigamos. En la imagen de arriba tendremos la opción de armar PCs en la tienda que escojamos. Es como amueblar tu escenario, termina siendo algo más que nada estético. Y, en mi opinión, genera un problema sutil pero más preocupante: el posicionamiento de marca en un juego. Originalmente, cuando el juego salió no teníamos opción de escoger una tienda y las marcas de los productos, con excepción de las tarjetas gráficas y los procesadores, eran genéricas y no existían en el mundo real. Y era obvio porque, aparte de la tarjeta de video y procesador, a nadie le importa la marca de la ram o los ventiladores. Sin embargo, con los DLCs y agregados posteriores, las marcas del mundo real se posicionaron en el juego. Ahora no se trata de colocar un ventilador genérico al PC sino de colocar un CORSAIR HD120 RGB LED mientras tienes el logo de Corsair pegado en la pared de tu estación de trabajo.
Sé que esto parece una queja tonta ya que, convengamos, cualquiera que arma PCs conoce estas marcas, pero no puedo dejar de pensar en que intentan meterme publicidad en un juego por el que pagué. Hasta los juegos Gacha, que tienen modelos descarados de monetización, tienen la decencia de ser gratuitos si quieren meterme publicidad.
En realidad, no tengo nada especial que decir del gameplay. Se supone que emula la paja extrema de armar PCs, así que la paja extrema está ahí: tienes que conectar y desconectar cables, instalar antivirus, cambiar partes de PC, limpiar el interior con un soplador. De hecho, siento que ciertas cosas las haría más rápido en la vida real, como limpiar el interior de un PC con un soplador.
Lo peor es que inicialmente se respetaba la paja que era manejar un PC, pero ahora muchas cosas se han simplificado. Por ejemplo, ya no tienes que conectar los cables porque presionas la P y, por obra de la gracia de nuestro Señor Jesucristo, los cables se moverán solos y tu PC se encenderá. También hay ciertas cosas raras, como que te puedes quedar con partes de PCs ajenos y nadie te va a decir nada, lo que es bastante irreal porque, en mi experiencia, se te pierde un tornillo y no va a faltar la persona que pensará que te robaste su procesador. Y también le falta la emoción y la adrenalina de no colocar el procesador de forma invertida lo que, en mis tiempos, hacía mierda los pines del procesador. Hasta el sistema de entrega de partes es irreal, ya que si compras algo llega al día siguiente sin falta y sin excepciones.
Hablaría de la música, pero apenas tiene tres archivos .mp3, así que no tiene sentido. Puedes configurar para escuchar la música en tu PC o alguna radio online, en todo caso.
¿Lo recomiendo? Sólo si quiere tener una noción básica de cómo armar PCs en un ambiente seguro y sin miedo de romper la CPU (aunque creo que los procesadores actuales tienen un seguro contra eso). Y, aun así, solo recomiendo comprar la versión base del juego, ya que no se pierde de nada si omiten los DLCs.
Euro Truck Simulator 2
Este es el segundo que decidí probar, ya que es el “niño emblema” de los juegos de simuladores. Prácticamente, no hay nadie que no haya escuchado del género y no sepa de este juego. Y para quienes no lo conozcan… para eso estamos acá.
El juego trata de que eres un camionero que quiere tener su propia empresa de camiones y, para comenzar este nuevo imperio, realizamos trabajos en toda Europa para ganar plata. La historia no tiene nada más que eso, aunque es importante señalar algunas cosas: los trabajos son bien remunerados, no hay descriteriados que te tiran el camión encima, los camioneros no son unos vendidos que solo aparecen para cortar carreteras, son respetados, etc. Esto puede ser chocante para el chileno o latinoamericano promedio. Pero lo mejor es que puedo ser yo el descriteriado de mierda, puedo ser un vendido y cortar carreteras, chocar a la policía sin consecuencias, y un largo etcétera que puede ser el sueño mojado de cualquier persona que quiera todo ese poder.
El gameplay no es del otro mundo y está centrado en el objetivo de ser sólo un/a caminonero/a. Los controles pueden ir desde lo más básico, que es controlar con el teclado y mover la vista con el ratón, hasta adaptadores que emulan la experiencia de manejar un vehículo. Así que, si le gustaba manejar a su personaje en el Mario Kart de Wii con la rueda que venía de regalo, créame que se sentirá en casa.
En realidad, no hay mucho que decir del gameplay. Se trata más que nada de cumplir objetivos en un determinado tiempo, respetar las señalizaciones de tránsito; además, podrá subir de nivel alguna habilidad que le permitirá manejar cargas peligrosas o distancias más largas. Luego se abre la posibilidad de tener empresa propia y distribuir trabajadores, pero no hay mucho más que ahondar en ello. El gameplay en sí será de esta forma el 90% del tiempo:
Con la música es exactamente el mismo caso que en PC Building Simulator: tres archivos .mp3 y acceso a la radio. Pero para no dejar pelada esta sección, quiero aprovechar de contarles que desde hace algunos meses que estoy enviciado con música City Pop, como pueden apreciar en el video. No sé qué me atrajo exactamente de ella. Quizás porque es música de los 80 que se siente extrañamente familiar, aun cuando nunca la he escuchado antes, o porque se siente como el eslabón perdido entre la música Disco de los 70 y el Pop de los 80. Mucha gente hace meme el género por culpa de YouTube y recomendar en masa la canción Plastic Love de Mariya Takeuchi, que es, sinceramente, una buena canción, o por las listas de reproducción vaporwave con las protagonistas de las películas de Ghibli.
La verdad es que hay algo que me hace sentir atraído por esas canciones de una forma inexplicable. En algunos casos, puedo saberlo de inmediato como, por ejemplo, el increíble bajista de la canción Airport Lady del artista Toshiki Kadomatsu, que parece que es el bajista de la canción de Alf que transportaron en el tiempo para estar en la canción. También está Futari de Tatsuro Yamashita (casado con Mariya Takeuchi, por cierto), que es una canción preciosa que está como para bailarla en un lento con la persona que amas. Hay también otras que, simplemente, no puedo saber por qué me gustan tanto, como Stay with me de Miki Matsubara. Sencillamente, me dibujan una sonrisa cada vez que aparecen en mi lista de reproducción.
Entonces, ¿es recomendable? Definitivamente. Si tienen la oportunidad y quieren escuchar algo animado para estos tiempos, les recomiendo darle una oportunidad al género ya que tiene canciones para todos los gustos.
Ah, esperen. Estábamos hablando de Euro Truck Simulator 2. ¿Es recomendable? Creo que, del género en general, es el juego más inofensivamente decente que existe. Digo “inofensivamente” porque no tiene nada que pueda hacerte arrepentir de comprarlo (a menos que estés buscando activamente arrepentirte de comprar un juego de un género que no te gusta). Lo mejor es que tiene soporte de mods, así que, si quiere ponerle chilenidad a su experiencia, existe una gama enorme de mods, como letreros chilenos, camiones, localidades y puede ponerse a manejar descriteriadamente mientras escucha el himno nacional y llevar una carga del Sodimac.
Train Simulator 2009 2021
Pensé que mi experiencia, en general, iba a variar entre medianas decepciones de potenciales mal manejados o medianas ilusiones de potenciales mal manejados. Pero debo reconocer que pocas veces encontré un escorial de mierda descompuesta como lo encontré intentando “jugar” este juego.
Durante el artículo hemos visto que las historias en este tipo de juegos son considerablemente carentes, y Train Simulator no es la excepción, llevando este punto al extremo, ya que no tiene absolutamente nada de historia más allá de “lleva estos pasajeros/carga hasta allá”. Más minimalista que eso, estaría en el reino de Tetris. El juego intenta compensarlo con tutoriales para cada tren. Y es entendible, ya que el juego tiene escenarios para distintos trenes y muchos de ellos tienen interfaces o controles distintos entre sí, por lo que explicar algunas diferencias se hace necesario. Pero acá encontramos la primera piedra de tope, que es que los tutoriales son basura.
Uno de los tutoriales te pone en el papel de tomar pasajeros, explicándote cómo hacerlo. El problema es que nada cambia cuando intentas hacer lo que el juego te pide y no lo haces. Y, como si supieran que el tutorial está roto, te llevan a una pantalla de victoria como si lo completaras, aún si no presionaste ningún botón. También, no menciona qué es lo que algunas máquinas necesitan para realmente avanzar, porque en algunas es tan fácil como levantar dos palancas; pero en otros, tienes que encontrar la perilla que diga Hebel zum Vorrücken o algo así para poder avanzar. Al final salí de los tutoriales sabiendo lo mismo que antes.
El gameplay es… algo. No sé cómo decirlo más allá de “algo”. Llevas la palanca hacia arriba para avanzar y abajo para frenar, hay otra palanca para ir hacia adelante o en reversa y, en algunos casos, hay una tercera palanca que sirve como freno. Dentro de todo, se maneja como se espera que se maneje, con reacción oportuna de velocidad y movilización. Pero la verdad es que se siente, mecánicamente, menos interesante que Euro Truck Simulator 2. También tiene compatibilidad con controles personalizados para manejar los trenes, pero esto se siente como un incentivo menor porque, al menos con el caso del juego de los camiones, puedes usar el control para otro tipo de juegos, como Project Cars 2, Burnout Paradise, etc., mientras que en este juego te tienes que quedar con el cacharro inservible que sólo sirve para los trenes.
Dejando esos puntos de lado, quiero hablar del elefante en el cuarto: lo costoso que es el juego junto con sus DLCs.
El modelo que ocupan es “tenemos este juego base, que cuesta seis mil pesos con algunos trenes, y vamos a vender 600 DLCs, cada uno con un solo tren, un solo mapa y cinco variaciones de la misma misión”. La explicación que dan es que no está hecho para que compres todos los DLCs, sino sólo los trenes que te interesa manejar. Esa explicación puede sonar coherente para un amante de los trenes al que sólo le interesan ciertas marcas de éstos, pero incluso es difícil ver el valor de esto cuando cada tren cuesta siete mil pesos (o 15 dólares) y que entrega tan poco contenido. Sólo con pensar cuántos juegos con enormes cantidades de contenido y trabajo detrás tienen ese precio, no puedo entender ese modelo de negocio cuando sé que, por $7.500 pesos me compré el Hollow Knight cuando fue lanzado, que me dio 120 horas. Y ni siquiera es necesario justificar un juego por la cantidad de horas invertidas. Hay juegos que tienen un enorme trabajo detrás y que están centrados en entregar experiencias únicas y distintas: Stardew Valley, Monster Prom, Slime Rancher, Haven, Terraria, etc., etc. y más etc.
Solo miren como se juega:
No puedo siquiera justificar los gráficos: son horrendos y la opción de Vsync es inexistente. Así que cada vez que giras la cabeza tienes que aguantarte esos frames que se interpolan uno tras otro. Lo peor es que con estos gráficos de mierda probablemente existan enormes dificultades para correr el juego a constantes 60 FPS. La optimización fue olvidada en algún lugar del abismo, teniendo el juego caídas de FPS dignas de Cyberpunk 2077. Y convengamos, al menos CP2077 tiene razones para pegarse. Asimismo, 32 GB pesa el juego y en ningún momento encontré la justificación de ese peso.
¿Y qué es lo peor de todo? Que el juego, aunque se anuncie como la versión del 2021, en realidad salió el 2009. Lo que hacen es cambiarle el número del título cada año y con eso intentan venderle la pomada a la gente para que piensen que adquieren un título reciente.
Solo puedo decir que ni EA se atrevió a tanto carerajismo. Lo único de entretención que puedo reconocer, fue cuando tomé el volante y decidí ir a máxima velocidad por los escenarios del juego, lo que me permitió darme cuenta de que la física está bien aplicada cuando haces un giro en L a 100 kilómetros por hora. Esto reafirma mi creencia de que, si el juego permitiera tener trenes que vayan a 160 km/h, tuviera música Eurobeat, y se tratara de hacer carreras o completar objetivos en el menor tiempo posible mientras derrapa a lo loco, el juego pasaría de un 3/10 a 10/10.
¿Es recomendable? Mire… le recomiendo mejor que intente buscar trabajo en Metro de Santiago como conductor ya que, para enseñarles a los conductores a manejar, usan un simulador que recrea con lujo de detalle las líneas de Metro que necesitan conductores (ya que las líneas 3 y 6 se manejan solas), se ve muy bueno y además tiene controles personalizados que emulan la experiencia de la cabina en un tren. Estoy seguro de que disfrutaría más eso, y probablemente quede como conductor y gane plata.
Si no está en sus planes, quiere seguir intentando un simulador y tiene conocimientos básicos o intermedios de japonés, importar el juego “Densha de Go!” puede interesarle más. Está para PS4 y es una saga famosa en tierras niponas, aunque desgraciadamente no existen planes para traer los juegos por estos lares debido a las enormes diferencias culturales relacionadas con los trenes. Existe una rom de Nintendo 64 traducida, lo más cercano a que tendrá a una experiencia en inglés.
Preferiría incluso recomendarle Tracks – The Train Set Game antes que esta abominación.
Ahora, no tengo idea de cómo cerrar este artículo más allá de decirle que, por favor, quiérase más y evite estas bazofias. O, al menos, tenga conciencia de en lo que se está metiendo. Está bien que de pronto sienta curiosidad por este tipo de juegos, pero la verdad es que hasta el más inofensivo de ellos está hecho para que necesite invertir largas horas para avanzar, tanto así que bien puedes invertir 150 horas antes de encontrarte con algo significativo.
Y creo que ese es mi problema con este tipo de juegos: el hecho de que estoy invirtiendo, o malgastando más bien dicho, 150 horas para variar muy ligeramente mi experiencia o para desbloquear algo que realmente no genera serotonina en mi cerebro. En este año, 150 horas me sirvieron para jugar:
- Ori and the Will of the Wisps (14 horas – 100% completado).
- Spiritfarer (30 horas – 100% completado).
- CrossCode (45 horas – 60% completado).
- Hollow Knight (32 horas – 102% completado).
- Startup Panic (14 horas – 80% completado).
- Sakuna: Of Rice and Ruin (15 horas – 35% completado).
Entonces, ¿podemos compararlos, no sólo en precio o en horas de trabajo, sino en equipos, inspiración, dedicación y pasión para crear experiencias únicas? La respuesta al final del día es “no”. A menos que habláramos de nuevo de CityPop. Entonces sí, por supuesto, y dele, lo/a invito a encontrar lo suyo en ese género.