Nombre: Stray
Desarrollador: Blue Twelve Studio
Publicador: Annapurna Interactive
Fecha de Salida: 19 de julio de 2022
Plataformas: PC, PlayStation 4, PlayStation 5
Debo reconocer que sólo supe de la existencia del juego del michi unos días antes de su estreno. Vi un par de tráileres y videos previews, y supe enseguida que era un juego que debía jugar, pero ya (sí, me gustan los gatos).
Recuerdo haber visto durante uno de esos trailers una sección que pareciera ser tipo survival horror. Por un momento pensé que era un juego postapocalíptico donde el gatito sería una especie de “delivery” Esto fue lo que hizo que me decidiera a comprar el juego. Sin embargo, mi sueño de jugar un Resident Evil con un gato se fue a pique de forma casi inmediata, para ser reemplazado por una premisa mucho mejor.
El “Juego del Gato” (AKA Stray) me enamoró desde el primer momento que lo hice correr en mi notebook. Controlar a un gato “realista” como protagonista fue claramente el aliciente principal para probar el juego, pero una vez pasada la novedad de esta premisa, fui descubriendo un juego con una excelente narrativa, una banda sonora melancólica pero agradable, y escenarios muy detallados y hermosos.
La curiosidad no mató al gato (AKA la historia)
Stray —sin caer en spoilers— trata de cómo nuestro protagonista gatuno, luego de una exploración matutina con sus demás amigos felinos, termina accidentalmente en una ciudad subterránea habitada por robots que han reemplazado a la humanidad.
La razón por la que no existen humanos deberás descubrirla mientras juegas, aunque el juego nunca te lo dice directamente. La historia se va descubriendo a través de documentos y los “recuerdos” de cierto personaje.
Tu objetivo es volver a tu familia, con la ayuda de varios personajes. Para lograrlo harás uso de todas las habilidades con las que cuenta un gato: desde escalar y rasguñar, hasta botar cosas desde un estante e incluso maullar para resolver los distintos problemas durante tu aventura.
Corriendo por el tejado (AKA el gameplay)
Controlar al michi es bastante sencillo y no requiere recordar muchas combinaciones de botones o comandos. El gato puede correr, maullar y escalar de manera bastante ágil e intuitiva.
Aunque el juego pareciera ser de plataformas, por lo que uno creería que se puede saltar libremente por los escenarios, es todo lo contrario: el gato se puede mover libremente pero para ciertas acciones requiere presionar un determinado botón cuyo contexto cambiará según la situación. Y sí, saltar es una acción contextual dentro del juego, lo que al principio puede parecer raro pero luego de unos minutos te acostumbras y lo sientes muy natural.
Que saltar sea una acción contextual podría hacer creer que se pierde el reto, pero no es así. El juego tiene otras formas de ofrecerlo, no necesariamente basados en el uso de reflejos. En su núcleo es un título de exploración, cuyo encanto principal es recorrer e interactuar en este mundo en oscuridad habitado por robots que son más humanos de lo que deberían ser.
El juego es bastante lineal, pero esto, más que ser algo negativo, ayuda mucho a cómo se desarrolla la trama. No se alarga con relleno innecesario o sidequest repetitivas. Igual tiene algunas misiones alternativas, pero nada que te haga perder mucho tiempo, y no hacerlas no te priva de nada imprescindible pues los premios son solamente cosméticos.
Interactuarás con una variedad de NPCs para averiguar cómo continuar tu travesía en este mundo cyberpunk y, si en algún momento te pierdes u olvidas cuál es tu objetivo, puedes consultarle a tu “amigo”, quien te recordará cuál es tu siguiente objetivo.
Nuestra aventura felina también cuenta con segmentos de acción, infiltración muy al estilo Metal Gear e, incluso, con un toque de survival horror que, francamente, es uno de los puntos altos de la aventura. Algunas personas se quejaron de cierto segmento tipo “shooter”, pero mi sensación es que este segmento está justificado y es lo suficientemente breve como para no agotar. Es un buen cambio de ritmo y un pequeño toque de acción, que se aprecia.
Ronroneos melancólicos (AKA la música)
La música que te acompañará durante tu travesía cumple muy bien su cometido, habiendo piezas adecuadas para cada momento. El estilo, dentro de mi ignorancia musical, es bastante ambiental y melancólico.
Destacó piezas como “Rooftop” y “Secret Lab”, y si puedes comprar la versión para PC que incluye el OST, hazlo, es música ideal para esos momentos de calma o para concentrarte.
Últimos maullidos (AKA la conclusión)
Stray es un juego que ofrece una buena bocanada de aire fresco para quienes queremos jugar algo diferente. Es un juego bastante breve y que no tiene mucha rejugabilidad, salvo para sacar el 100% (que no es muy difícil). Pero, aunque suene pretencioso, es una experiencia más que un juego (Nota del editor: ¿Fec alabando un juego pretencioso?). Aclaro que no me refiero a que es un “debes jugarlo porque es lo más mejor del mundo y si no lo haces perdiste la mitad de tu vida”, sino que es una experiencia porque se desarrolla como tal: explorando, interactuando, disfrutando de la música y descubriendo la historia con algunos toques de “acción videojugabilistica” para aderezar la aventura.
Es una experiencia porque, una vez terminado, no tendrás mucho más que hacer salvo recordar la bonita historia, los escenarios recorridos y los compañeros que dejaste atrás durante tu escape de la ciudad perdida.
Recomendado para:
- Fans de los michis, del cyberpunk o ambos.
- Quienes gusten de los juegos de exploración.
- Personas que disfruten de una buena historia, sin necesidad de preocuparse por ser muy “manco”.
- A los que les gusta botar cosas de los estantes.
- Quienes busquen un juego breve que ofrezca buenas horas de diversión sin preocuparse de manejar complejos menús o mecánicas.
No recomendado para:
- Quienes buscan un juego de acción.
- Personas que no quieran leer demasiado texto.
- Quienes no gusten de juegos de puzles o exploración.
- Los que no quieran un juego con poca rejugabilidad.
- Personas a las que no les gustan los gatos (¿?).