
Nombre: The Legend of Heroes: Trails into Reverie
Desarrollador: Nihon Falcom
Publicador: NIS America
Fecha de Salida: 7 de julio de 2023 (28 de agosto de 2020 en Japón)
Plataformas: PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Nintendo Switch
Trails into Reverie es la décima entrada en la saga Trails, cumpliendo como una suerte de epílogo a los tres arcos compuestos por los nueve juegos anteriores. Es un juego que toma todos los aprendizajes construidos hasta el momento y los cuaja en una excelente forma de dar cierre a esta primera parte de la franquicia. Dado esto, es muy difícil, sino imposible, no caer en spoilers, después de todo, tanto el gameplay como la narrativa de este juego sólo cobran sentido a la luz de más de diez años de juegos. Así que habrá spoilers por aquí y por allá. Intentaré que no sean mucho, pero de antemano lo siento mucho, es lo que es.
Tres historias, tres protagonistas
La narrativa del juego está divida en tres historias que ocurren de forma simultánea, y entre las que podemos saltar con libertad razonable. Una de estas historias sigue a Lloyd, protagonista del arco de Crossbell, y a la SSS, que siguen hueviando con la independencia de la famosa ciudad estado. Tenemos en otra historia a Rean, personaje regalón del público que encabeza el arco Cold Steel, y que después del trauma indeleble que le significó su participación en el Great Twilight, es llamado nuevamente porque el weón de Olivier (hijo bastardo del emperador de Erebonia, y mejor personaje de la saga) se perdió y hay que encontrarlo. Por último, tenemos a C, líder de la Imperial Liberation Front y terrorista favorito de los niños de 31 Minutos, que, en todo su enmascarado misterio, está tratando de hacer algo.
¿Por qué mierda Estelle no protagoniza esta entrada de la saga si es la protagonista del primer arco, y es un personaje claramente más importante que C? Porque a Falcom le chupa un huevo, asumo. No sé, pero si yo fuera activista de redes sociales, popularizaría el hashtag #justiciaparaestelle. Pero no lo soy, porque es una estupidez.

No hay tanto que hacer, pero en verdad sí
Cuando comenzamos el juego no parece haber mucho que hacer además de las quest principal, dividida en las tres historias mencionadas. Sin embargo, todo esto cambia cuando nuestros protagonistas “encuentran” (en el bolsillo de su pantalón) fragmentos de un misterioso espejo negro, lo que nos da acceso al Reverie Corridor (RC, de ahora en adelante), y todo el contenido opcional nos cae a chorroborros.
Sin entrar en los motivos de la existencia del RC (que en sí mismos son raros y difíciles de explicar sin irme en una tangente de unas cuantas páginas), la cosa funciona así: cada cierto tiempo tenemos que salir de la quest principal para pasarnos un dungeon en el RC porque motivos (para facilitarme las cosas, también le diré RC al dungeon). Una vez resuelto eso, podemos seguir con la historia principal. El RC tiene la gracia de ser generado al azar y poder resetearse, para hacer todas las pasadas que queramos. Además, en su interior encontraremos diversas recompensas, como unas esferas de colores que nos servirán para canjear cosas, un MONTÓN de U-material (que son el ítem necesario para craftear casi todo lo que vale la pena craftear), y un montón de ítems y quartz (recordemos que los quartz son similares a las materias de Final Fantasy VII).

Ahora bien, en el RC podemos hacer infinitas otras cosas, pues también tenemos una zona “hub” en la que podemos perder todo el tiempo del mundo en actividades misceláneas. Para facilitar la cosa, dividiré la explicación en cinco partes.
En primer lugar, tenemos una especie de inteligencia artificial que gobierna el RC (de nuevo, la explicación es larga) y que nos da premios por terminar misiones y mini misiones específicas. Además, podemos canjear cositas con unos puntitos especiales (hay dos tipos de puntitos especiales…) y podemos resetear el RC.
Tenemos unas tiendas que hacen lo que hacen siempre las tiendas… permitirnos comprar tonteras y craftear otras. No hay mucho más que explicar, además de que tenemos de todo para satisfacer nuestras necesidades de consumo. En esta zona también tenemos una cuestión en la que podemos canjear las esferas que pillamos en el RC, dependiendo del color las podemos canjear por nuevos personajes para la party, Daydreams (más de esto en un momento, minijuegos, e ítems random). Es, básicamente, un gacha.
Tenemos Daydreams… que son cutscenes que desbloqueamos con los orbes que ya mencioné (específicamente, las de color azul). Podemos acceder a ellas desde una piedra rara. Los Daydreams varían bastante en contenido, tono e importancia, pero casi siempre tratan de eventos ocurridos “fuera de cámara”. Algunos nos ayudan a entender porque ciertas cosas ocurrieron de tal o cual forma, otros nos harán reír, y otros llorar a moco tendido.

Hay muchos minijuegos. Podemos jugar Vantage Masters, que es un jueguito de cartas que viene de los últimos dos Cold Steel; el Pom Pom party, que es un Puyo Puyo al peo del arco de Crossbell y otros que son nuevos, entre los que destaco “Who wants to be a Mirannaire?”, donde Beryl, uno de los personajes más raros de la saga (y excompañera de colegio del Rean) nos hace preguntas en similar formato al concurso al que alude el título; y “Magical Girl Alisa”, donde por fin todos esos comics random que había hecho y subido a internet Falcom se transforman en un videojuego, en el que las chiquillas, convertidas en copias de Sailor Moon, deben vencer al mal, reestablecer el amor, y todas esas vainas. La cosa es una especie de Sin & Punishment muy, pero muy sencillo. Igual es entrete. Hay otros minijuegos, pero los odié, así que, que se pudran. Ah, y se puede pescar… como siempre.

Finalmente, tenemos una puerta grande y ominosa, en la que podemos hacer desafíos de combate específicos para ciertos personajes, siempre y cuando cumplan con un nivel mínimo. Es entrete, pero algunos desafíos son bien lateros (como el último… que se alarga un montón).
Y eso. El RC es muy entretenido, pero consume muchísimo tiempo. Como dato, casi la mitad del tiempo que pasé en el juego (como 160 horas… je), lo pasé en el RC. Sobre todo en el postgame, que transcurre íntegramente en el RC. Pero lo valió, porque lo pasé bien.

El resto del gameplay
Es más o menos lo mismo que venimos viendo desde Cold Steel 3, pero donde todo el contenido opcional se fue al RC. El combate, por su lado, agrega algunas mecánicas nuevas, como los United Fronts, pero fuera de eso es más o menos lo mismo. Lo nuevo que trae esta entrega es la capacidad que nos otorga el RC de mejorar a nuestros personajes hasta la estratósfera. Al poder resetearse, se empodera como dios dadivoso, y nos asegura recompensas infinitas, lo que es necesario, dada la cantidad absurda de personajes que vamos a tener. Así, podemos transformar nuestros monos en monstruosidades muy entretenidas. Igualmente, el juego considera que podemos romperlo, pues en el postgame nos da la opción de subirle 50 o 100 niveles a los enemigos, por si la cosa se puso muy fácil.
No tengo más que decir al respecto, el gameplay es bueno, continuista, y mejora algunas cosillas respecto a sus predecesores.

Todo tiene que terminar
Llevo más de diez años jugando esta saga. Hubo un momento en que iba al día. Ahora voy dos juegos atrasado, que se transformarán en tres en unos meses. Y me pasan cosas, sobre todo con el cierre que significa Trails into Reverie. Vi crecer a todos estos personajes en un lapso que cubre poco más de un cuarto de mi vida, vi la historia avanzar, y me tuve que comer tontos tiempos de espera entre cliffhangers cuando iba al día. Y ahora esta primera parte se cierra, lo que parece indicar que la mayoría de los personajes harán puf. Sé que varios vuelven en el siguiente arco, en Calvard, pero no sé. Es raro. Creo que ya estaba acostumbrado a, de vez en cuando, sacar un juego de la repisa para ponerme al día con los ires y venires de estos monos. Y ahora se va a acabar, o al menos parcialmente. Voy suficientes juegos atrasados como para que la cosa me dure un buen rato más… pero es raro pensar que eventualmente se acabará y que hasta ahí llegará la cosa.
No sé a dónde estoy tratando de llegar con esta reflexión pseudo-profundo respecto al impermanente devenir de las cosas, con este momento de filosofía de fondo de botella o algo por el estilo. El caso es que se acaba esta primera parte, y todo parece indicar que la segunda será más corta. Sólo me queda esperar que cuando todo se acabe comiencen con otra saga gigante para entretenerme jugándola hasta que me muera de viejo o algo.
Al final de las cosas, Reverie es un bonito epílogo, y un juego que no sé cómo existe, considerando que necesita que quien juega haya pasado por como mil juegos antes. Es la peor secuela, desde un punto de vista comercial, pero agradezco enormemente que Falcom la haya construido.
¡Ah! Y si se pregunta quién es la mona de la portada, se lo va a preguntar un buen rato (o no, a lo mejor se spoilea en internet).
Recomendado para:
- Amantes de las narrativas complejas y detalladas. ¿Se acuerda de Demiourgos, el Sept-Terrion de Mirage? ¿No? Bueno, hasta de eso vamos a hablar en este juego.
- Fans de la saga Trails. Si le gustaron los otros juegos, le gustará éste. Eso sí, intente jugar, al menos, los arcos de Crossbell y Cold Steel completos (in the Sky es un excelente arco también, pero claramente menos importante para entender qué está pasando acá).
No recomendado para:
- Gente que prefiera jugar de forma casual. Sólo para entrar a este juego necesita como mil horas de Trails en el cuerpo. Si no tiene ganas de eso, no se moleste.
- Personas que sufran de “mucho texto”. Si bien, Trails into Reverie tiene “menos” texto (basado única y exclusivamente en mi experiencia anecdótica), sigue teniendo bastante.
