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Nombre: Two Point Campus

Desarrollador: Two Point Studios

Publicador: SEGA

Fecha de Salida: 9 de agosto del 2022

Plataformas: PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One X|S, Nintendo Switch

Creo que debe ser difícil crear un juego que sea un sucesor espiritual de una franquicia de antaño, adaptarla a los tiempos actuales, y que sea exitosa. Y debe ser aún más difícil cuando una secuela tiene que lanzarse al mercado porque hiciste algo muy exitoso, y ahora todo el mundo —desde la publicadora hasta la persona que compró el juego con un 80% de descuento en las ventas navideñas— quiere una nueva entrega de la nueva franquicia que has creado. Este fue el caso de Two Point Studios, quienes desarrollaron un juego de administrar hospitales mientras tienes enfermedades tan ridículas como creativas; pero esta vez, en vez de seguir con las temáticas de hospitales y enfermedades, decidieron tomar un rumbo distinto y continuaron con universidades. Two Point Campus es la secuela de Two Point Hospital, que cambia las enfermedades y los doctores con carreras universitarias realmente ridículas y profesores especializados en cosas muy bobas. Si este cambio le hizo bien o no a la saga, es algo que veremos en esta review.

Antes de continuar, un amable recordatorio de que tenemos una review de Two Point Hospital y que está súper cachilupi y monona. Eso, fin del espacio auto publicitario.

Voh preocúpate de estudiar

Tal y como en Hospital, en Campus la historia es simple: “educa a la gente”. No hay que preocuparse por historias interconectadas ni de salvar el mundo ni nada. Me agrada esto porque no fuerza una historia ridícula en el mal sentido y permite tener pequeñas historias ridículas en el buen sentido. Por ejemplo, en una universidad nos enfocaremos en enseñar a los estudiantes a ser caballeros medievales. Habrá justas, torres con dragones y todo lo relacionado con reyes y princesas. En otro campus tendremos una universidad mágica en donde les enseñaremos a los estudiantes sobre las artes oscuras y pociones, esquivando las maldiciones de una hechicera que tiene problemas bastante personales con la universidad. En cada campus encontraremos algo distinto que hacer, y esa variedad es refrescante en este tipo de juegos.

Las carreras, como puede adivinar, son ridículas pero coherentes con el universo de Two Point, yendo desde los caballeros antes mencionados a deportistas que se lanzan queso, pasando por chefs que se encargan de hacer pasteles gigantes, entre otros.

El consejo de robótica aprueba que nos reemplacen las manos por ganchos robóticos.

Sé manejar un hospital, ¿qué tan difícil puede ser una universidad?

Nuestra misión principal es educar a la gente. Esto no significa meterlos en una sala con 40 sillas, y con profesores y profesoras moliéndose para llegar a fin de año; esto no es Chile. En cambio, la educación ocurre en distintas partes y emplea diferentes métodos dependiendo de la carrera en cuestión, y de las necesidades de los y las estudiantes. El método por defecto será un salón equipado con una máquina para poner los PowerPoint (¡y funcionan!), y que sirven para todas las carreras si es el caso de impartir múltiples asignaturas. También habrá un laboratorio o salón especializado para cada carrera, y que tendrá sus necesidades especiales: tamaño específico, implementos especiales, o si se requiere hacer las clases en el exterior o en el interior de los edificios.

Otra forma en que los y las estudiantes estudian será a través de las no tan queridas “tareas para la casa”, excepto que no se las llevan a la casa sino que a la biblioteca del campus. Cada vez que las clases terminen, la biblioteca se abarrotará de estudiantes que quieren subir sus notas cumpliendo asignaciones. Algunas no necesitan que les prestemos atención, mientras que otros requerirán condiciones especiales para ser cumplidas, como escritorios con computadores o estanterías con libros especializados. Estas asignaciones no se limitan a la biblioteca, sino también a algunas instalaciones especiales que no se consideran salones de clase; una de ellas es una torre con un dragón para rescatar a una princesa, por ejemplo. Estas instalaciones especiales se desbloquean con Kudosh, un tipo de moneda que ganaremos cuando completemos misiones o las necesidades de los estudiantes estén satisfechas. El Kudosh nos da acceso a ciertos adornos que ayudarán a cumplir las tareas de los estudiantes, satisfacer sus necesidades o simplemente a embellecer el campus.

Me recuerda a mis tiempos en la USACH con Chico Trujillo.

A diferencia de Hospital, en Campus el Kudosh tiene un rol mucho más importante. Previamente sólo servía para obtener ítems decorativos que solo influían en lo bonito del lugar, ahora en Campus muchos ítems que son necesarios para que la gente haga sus asignaciones o tareas se desbloquean con Kudosh, como ya dije. El inicio se siente muy apretado porque vas gastando el Kudosh a medida que te van pidiendo cosas y a veces no alcanza para desbloquear todo. Pero ya con la tercera universidad se obtiene una almohada importante que nos permitirá comprar todo lo que se necesite. También nos sobra para comprar ítems decorativos basura si se nos antoja.

Otra forma más común de subir las notas es la clase particular con un profesor dedicado. Esto, por supuesto, genera un costo adicional —contratar al profesor dedicado—y hace que los recursos, ya finitos, se estiren más delgadamente. Las clases particulares que entregan hacen que los estudiantes con mayores dificultades de aprendizaje puedan egresar con buenas notas, dándole más valor a la universidad y haciendo que lleguen más estudiantes. Es un juego de ganancia/pérdida, en donde hay que buscar un buen equilibrio. En algunas ocasiones habrá más necesidades de un profesorado particular que de bibliotecas, mientras que en otras ocasiones estarán de adorno los profesores particulares.

Con todo lo anterior puede entrarnos la duda más obvia: “¿Cómo se paga esto, don Ambrocio? ¿La soa Bachelé aprobó la Gratuidad en este universo o tenemos que meternos al CAE?”. Sobre esas cosas… quiero pensar en lo mejor. El caso es que recibiremos dinero por cada persona matriculada durante el año escolar (de agosto a julio del año próximo), y dinero adicional por la “calidad” de la educación que reciba la gente. La forma de determinar esta calidad es muy sencilla: cada estudiante ganará experiencia cada vez que asista a clases, haga tareas, etc., subiendo de nivel en el proceso. Entre más nivel, mejor nota tendrá. La experiencia adquirida dependerá de varios factores y entre los más importantes están el nivel del profesorado, el nivel de los asistentes, y la felicidad de los estudiantes.

Bonitos y gorditos, muchachos.

El nivel de los profesores determinará cuánta experiencia adquieren los estudiantes. En nivel 1 se comienza con un 70% y cada nivel que adquieran aumentará en un 10% su capacidad de enseñar (no sé si este porcentaje es un incremento basándose en que el 0% es la base y de ahí aumenta, o si la base es 100 y el 70% con el que inician en realidad es señal de que entregan una educación más mediocre). Con los asistentes que ayudan en biblioteca aplica la misma fórmula. Así, entre más experiencia ganen nuestros estudiantes, mayores recompensas obtendremos, lo que incentiva a mejorar tanto las instalaciones, como al profesorado y a los asistentes.

Lo interesante de este sistema de experiencia es que cada persona que contratamos tiene tres habilidades que pueden subir a medida que los entrenemos. Algunas de estas habilidades ayudan a mejorar el tipo de educación que entregan, como bonificaciones cuando enseñan de forma privada. Además están las clásicas habilidades inútiles como “puede correr más rápido” o “es bueno para bromear y animar a la gente”. A diferencia de Hospital, en Campus los profesores no necesitan ganar experiencia para subir de nivel, lo que es un alivio porque antes algunas personas no podían subir de nivel si no tenían mucho trabajo.

Hablando del staff, los conserjes ya no se demoran tres años en darle agua a las plantas, así que eso está bueno. Además juegan un papel importante en defender nuestras universidades, ya que en algunas de ellas y cada cierto tiempo caerán personas que vendrán a rompernos todos los vidrios, ya sean estudiantes de otras universidades, hechiceros, zombis, etc. Así, los conserjes podrán ser entrenados para defender el campus de estas amenazas. Es chistoso que la defensa sea echarles agua con una pistola y espantarlos, manteniendo la esencia inocente del mundo (y debo decir, me chocaría un poco que hubiera algo de violencia en esta saga, considerando que en Hospital ya se sentía algo chocante que la gente se muriera así como así).

La mejor forma de echar a un jugador de Smash Bros. Melee de un lugar.

Y no solo el staff ha sufrido cambios respecto al juego predecesor, también podremos modificar los edificios que tengamos a disposición a gusto. Ya no estaremos limitados a edificios pequeños o con geometrías raras. También existe otro elemento nuevo: el exterior; que estará equipado con diferentes cosas para el gusto y deleite de las personas que estudian, como puestos de comida, plantas, sillas para hacer amigos, mesones para comer, entretenciones para quienes se enamoran, y un sinfín más. Afortunadamente podemos comprar los terrenos con o sin construcciones, lo que nos da libertad de decidir cómo queremos nuestro campus.

A mi gusto, lo relativo a administrar los ingresos y costos es lo más débil. Por un lado, eliminaron que los costos aumenten a lo largo del juego, que yo considero positivo porque previamente tenías que administrar esos gastos y no era bien visto subir los precios. Al final, comerse esos gastos era la única opción. Pero, por otro lado, la administración de los costos es paupérrima en comparación a Hospital, siendo mi mayor queja el que tengas que agarrar a cada trabajador de manera separada y subirle individualmente el sueldo. El sistema ahora es engorroso y latero, algo que muchas veces me arruinó el ritmo de juego.

Pero no suena tan bonito (en papel)

Creo que la parte que más conflicto con el juego fue el apartado de la música. No es porque sea mala. Todo lo contrario, es muy buena y atmosférica para el ambiente de estudio en una universidad (gringa). Pero por mucho que sea ad-hoc a la temática de la universidad, no se sienten tan memorables como en Two Point Hospital. Hay algo en el juego anterior, los altos son muy altos y ayudan a ignorar los bajos muy bajos. En Campus, todo es constantemente regular. Tuve que escuchar la banda sonora en YouTube para recordar cómo era para escribir esta parte de la review; mientras que con Hospital puedo recordar cinco temas que me gustaron y tocarlos en mi cabeza, aún cuando la última vez que lo jugué fue hace más de un año. Creo que esto es un testamento de lo tan magistralmente bien que lo hizo la primera Hospital.

Afortunadamente, los locutores de radio se mantienen inmaculados y tan divertidos como siempre. Todavía existe el conspiracionista que se cree cada cosa que encuentra en internet y que cree que el gobierno quiere controlarnos, personajes que dan consejos de cómo “sobrevivir” la universidad, y el clásico anunciador Sir Nigel Bickleworth, la mejor voz del juego y a quien le encanta hacer reviews de cada cosa que se le ocurre. También está la anunciadora del campus, que era la anunciadora del hospital, y sigue tan sarcástica como siempre. Una de mis cosas favoritas es cuando hace referencias a Hospital, mandando a los doctores de vuelta al hospital, o a punto de narrar líneas del juego anterior, pero dándose cuenta de que ahora es ella la que lo hizo (creo que pasé demasiado tiempo jugando Hospital y ese tipo de detalles los pude agarrar demasiado rápido mientras jugaba).

¿Y pasamos el semestre?

Two Point Campus es un juego que creció y mejoró mucho de lo que ya existía en la saga. El concepto de dejar el hospital para hacer algo temático con las universidades fue una apuesta arriesgada que sin duda dio frutos. Es un juego en el que fácilmente se pueden invertir tantas horas como en Hospital. Creo que mis únicas quejas es que harán lo mismo de siempre con los DLCs, exprimiendo el juego con contenido descargable por dos años más y que no se va a sentir un juego realmente completo hasta ese momento. Y puede ser mi nostalgia hablando, pero se siente que Hospital tiene un pelín más de alma y pasión que Campus, si es que son conceptos que se pueden acuñar a los videojuegos.

Recomendado para:

  • Personas que gustan de la saga. Creo que podemos considerarlo como saga propiamente tal a estas alturas de la vida.
  • Personas que gustan de los juegos de simulación. Es tan bueno como su predecesor y tiene muchas mejoras que lo hacen más dinámico y entretenido.

No Recomendado para:

  • Quienes odien administrar cosas. Acá se administra hasta donde se sientan los estudiantes.
  • Quienes amen demasiado Two Point Hospital. No es mal juego comparado con Hospital, pero algunas cosas pueden no ser de su gusto.
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